sábado, 30 de agosto de 2008

Bêlit La Reina de la Costa Negra








Bêlit
La Reina de la Costa Negra
Hija de Atrahasis, Rey de la Ciudad-Estado shemita de Asgalun. Desde niña, su padre la llevó a navegar por los mares a bordo de la nave Tigress. Su educación estuvo a cargo de N'Yaga, un shaman emigrado de las Islas Negras del sur. De niña presenció el asesinato de su padre a manos de los stygianos, ayudados por Nim Karrak, hermano de Atrahasis, que había planeado secretamente con ellos una rebelión en el palacio. N'Yaga, ayudado por los guardias del palacio, escapó hacia el mar con la pequeña Bêlit y una pequeña tripulación de hombres leales. Llegaron hasta las Islas del Sur que eran la patria de N'Yaga, pero momentos después del desembarco, los nativos, cabalgando sobre las aves-que-corren, asesinaron a la tripulación de hombres blancos. N'Yaga y Bêlit se salvaron gracias a los trucos de magia que N'Yaga efectuó con los polvos explosivos de los templos de Ishtar, Ashtoreth y Adonis que llevaba ocultos en su túnica. Los nativos reconocieron el nombre de N'Yaga, que había dejado la aldea muchos años antes, e intimidados por el hecho de que el nombre de Bêlit en shemita significa "diosa", los albergaron en su tribu. N'Yaga fomentó la creencia de que Bêlit era la hija de Derketa, diosa de la muerte en las Islas. Según la leyenda, la hija de esta diosa tendría la piel muy blanca.

Bêlit creció como un muchacho más de la tribu. Llegada a la madurez, participó en el ritual de iniciación de los nuevos guerreros, a pesar de la oposición de Uzumi, el jefe de la tribu. Fue precisamente Uzumi quien, con la intención de deshacerse de ella, la sometió a una prueba imposible de superar: Recuperar el Ojo de Dagón, una joya de plata que había caído en manos de los Moradores de las Colinas, una raza de hombres-gusanos que habitaban en las profundidades de la tierra. N'Yaga entregó secretamente a Bêlit un frasco con plata líquida, sabiendo que los moradores eran casi ciegos y esperando que no pudieran distinguir este metal del Ojo. Bêlit aprovechó el momento en que los Moradores se pasaban la joya mano a mano para recuperarla, pero olvidó reemplazarla por el frasco de N'Yaga. Cuando llegó a la aldea, Uzumi ordenó a sus hombres que mataran a Bêlit y N'Yaga. Ante lo cual, ella reaccionó violentamente, se abalanzó sobre el jefe de la tribu, y lo obligó a proclamarla Diosa delante de todos, y a tragar la plata líquida de N'Yaga. Los Moradores habían seguido a Bêlit hasta la aldea, y sintiendo la plata dentro del cuerpo de Uzumi, se lo llevaron a sus profundidades para recuperar el metal. Los hombres de la tribu se convencieron de la divinidad de Bêlit por el hecho de haber recuperado el Ojo de Dagon. Ella formó una tripulación de piratas, y a bordo de una nave llamada
Tigress, igual que la de nave en la que solía viajar con su padre, se dedicó a saquear las naves hyborianas que se aventuraban al Sur, con el fin de reunir un tesoro para pagar un ejército con el que atacar Asgalun, matar a Nin-Karrak y recuperar el trono de su padre.


Su carrera solitaria de pirata duró cerca de tres años, hasta que conoció a
Conan el Cimmeriano, de quien se enamoró después de saquear la nave donde viajaba. Juntos, Conan y Bêlit saquearon las naves procedentes de los Reinos Hyborianos durante dos años. En una incursión a su ciudad natal, Bêlit, por medio de Nim-Karrak, se enteró de que su padre no había muerto, sino que era prisionero de los stygianos. Con la ayuda de Conan, el guerrero kushita Zula y la esclava Neftha, planeó su rescate. Luego Bêlit y Conan volvieron al mar, y continuaron sus aventuras en la Costa Negra a bordo del Tigress, hasta el brutal asesinato de la pirata en las cercanías del Río Negro.